Los cuadros de mando y dashboards son herramientas que permiten a las organizaciones el seguimiento y análisis de sus indicadores y otros resultados.
La implantación de un cuadro de mando es un proceso de mejora continuada donde periódicamente deben aplicarse cambios para adaptarse a las circunstancias de cada momento y para ajustar los indicadores a los objetivos de la organización.
Además, los cuadros de mando o dashboard requieren un periodo de adaptación para analizar si su diseño, usabilidad y análisis están alineados con la estrategia empresarial y las necesidades de sus usuarios para un correcto diagnóstico de los resultados y posterior toma de decisiones.
Sin embargo, la implantación de una solución tecnológica de estas características supone ciertos retos, como la gestión del tiempo, el conocimiento de la situación actual de la empresa, la implicación de los altos cargos ejecutivos, la definición de prioridades y de objetivos estratégicos y la detección de variables críticas necesarias para controlar cada área funcional.
Aun así, hay ciertos pasos que pueden ser factores que lleven el proyecto al éxito.
Hay varios factores que pueden ayudar a que la implantación de un cuadro de mando sea un éxito.
Finalmente, es importante prepararse para las sorpresas. Los cuadros de mando permiten hacer descubrimientos sobre los datos. Es un buen momento para analizarlos de forma crítica y usarlos para tomar nuevas decisiones.