La tecnología médica ha llegado muy lejos, tanto en los campos de la investigación y la detección de enfermedades, como en su prevención y tratamientos.

La tecnología médica ha llegado muy lejos en los últimos años, tanto en los campos de la investigación y la detección de enfermedades, como en su prevención y tratamientos. Los ingenieros se han unido a los profesionales médicos para desarrollar dispositivos y tecnologías que permiten, entre muchas otras cosas, la detección precoz de enfermedades, el desarrollo de tratamientos más efectivos y la cirugía más precisa y menos invasiva del momento.

La tecnología ha permitido, pues, mejorar la calidad de vida de las personas que viven con enfermedades crónicas o tienen los sentidos o la movilidad afectados. Así, han aparecido los primeros cíborgs, personas que incorporan mejoras o perfeccionamientos de las capacidades humanas, tanto físicas como sensoriales. También se han desarrollado los dispositivos wearables, es decir, dispositivos que pueden llevarse puestos, como relojes o gafas. Estos dispositivos permiten monitorizar las constantes vitales u otros aspectos de la salud de una persona.

A continuación, desarrollamos una lista de algunos de los resultados más interesantes que han producido los avances tecnológicos en el campo de la salud.

Cíborgs

La palabra cíborg es un acrónimo de cibernetic organism. Los cíborgs son humanos que incorporan elementos tecnológicos para aumentar sus capacidades físicas o sensoriales. Algunos expertos consideran ciborgs incluso a las personas que utilizan implantes cocleares, marcapasos o lentes de contacto.

Uno de los cíborgs más conocidos es Neil Harbisson, que nació con acromatopsia, un tipo de daltonismo severo por el que solo puede ver en blanco y negro. Harbisson tiene un implante craneal en forma de antena que relaciona los colores con sonidos, de forma que puede percibir –u oír– colores como una escala musical. Además, gracias a su antena es capaz de oír colores fuera del alcance de percepción del ojo humano.

El de Harbisson es un buen ejemplo de cómo la tecnología puede ofrecer una alternativa a una pérdida sensorial y de cómo puede aumentar las capacidades de los seres humanos. Ese aumento de las capacidades puede llevar a la adaptación humana al planeta, en vez de a la adaptación del planeta a las necesidades de nuestra especie. Así lo cuenta el mismo Harbisson en una entrevista.

Los cuerpos biónicos y prótesis

Aunque el hecho de añadir elementos tecnológicos al cuerpo humano entra en la definición de cíborg, es preciso dedicarle un apartado a las prótesis y su desarrollo durante la historia. Las primeras prótesis de las que se tiene constancia datan de entre los años 950 – 710 a.C. y eran utilizadas por los egipcios. Desde entonces, la complejidad de estos dispositivos ha ido aumentando hasta el punto de que en la actualidad se están empezando a emplear prótesis que responden a los movimientos musculares del resto de la extremidad o a señales enviadas por dispositivos insertados en el cerebro.

Hoy día hay una gran variedad de prótesis, de forma que su coste ha disminuido. Gracias a las impresoras 3D se pueden imprimir prótesis en un tiempo mínimo y por una fracción del precio de una prótesis tradicional. e-Nable es una red de voluntarios que imprime prótesis en 3D de forma gratuita.

Wearables

Los dispositivos wearables, como gafas, relojes y otros complementos, son objetos que se llevan puestos y que monitorizan, entre otras cosas, las constantes vitales de la persona que los lleva.

Los dispositivos dedicados a la monitorización de la forma física para deportistas han ganado mucha popularidad recientemente. Estos dispositivos permiten llevar un control de las calorías ingeridas y consumidas, los latidos por minuto del corazón, etc. En cambio, los dispositivos médicos, como pastillas y parches inteligentes o bombas de insulina, recopilan datos biométricos para facilitar los diagnósticos, la administración de medicamentos para el dolor crónico e incluso diagnosticar enfermedades graves como el párkinson.

Así pues, mientras que el desarrollo de la tecnología para tratar de garantizar el funcionamiento normal del cuerpo ha evolucionado muchísimo, se han estado investigando también las posibilidades que nos ofrece esta tecnología para aumentar los sentidos y capacidades de nuestro cuerpo. Puede que no esté lejos el cruce entre humano y robot.

Publicado por Maria Gorini