La interoperabilidad no es un término nuevo, pero sí uno de los mantras más usados últimamente por los proveedores de servicios en la nube.

La interoperabilidad no es un término nuevo, pero sí uno de los mantras más usados últimamente por los proveedores de servicios y soluciones en la nube para capturar un mercado difícil pero muy atractivo, las llamadas grandes cuentas o “Enterprise”.

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La interoperabilidad gana interés en este segmento de mercado porque estas empresas son las que normalmente disponen de sistemas de información dispares de varios proveedores que deben trabajar fácilmente entre ellos, intercambiar datos y compartir procedimientos. Proporcionar interoperabilidad ayuda a los clientes a disminuir la complejidad en sus infraestructuras y gestionar mejor los entornos heterogéneos, al tiempo que facilita la toma de decisiones y la innovación en un mercado muy competitivo. A la vez, contar con una infraestructura integrada permite valiosas conexiones comerciales, ya sea a través de procesos, entre personas e información, o entre empresas en una cadena de valor.

Por este motivo no podemos hablar de interoperabilidad sin mencionar las tres facetas necesarias de este recurso: la técnica, la legal y la empresarial.

La primera, la capacidad técnica de compartir datos y posibilitar el intercambio de información entre diferentes sistemas, depende en gran medida de la voluntad del proveedor, pero viene dada también por la estandarización. La estandarización cubre los problemas técnicos de conexión de los sistemas y servicios informáticos e incluye aspectos clave como interfaces abiertas, servicios de interconexión, integración de datos y middleware, presentación e intercambio de datos, accesibilidad y servicios de seguridad

La faceta legal no es menor; dado que la interoperabilidad es esencial para maximizar el potencial social y económico de las TIC, los legisladores de cualquier ámbito deben asegurar que esta capacidad cuenta con la cobertura legal suficiente para generar confianza en los desarrolladores y las empresas usuarias. Por eso, solo puede progresar adecuadamente si se garantiza que se basa en estándares y plataformas abiertas.

El cumplimiento de las normas legales, especialmente para las organizaciones multinacionales, es una tarea compleja. El cumplimiento es aún más un reto para las industrias reguladas, como la atención sanitaria o los servicios financieros. Además, no solo hay numerosos estándares y regulaciones, sino que están en constante cambio, lo que hace aún más difícil para una empresa mantenerse al día de las leyes nacionales e internacionales de manejo electrónico de datos. Si a eso añadimos la proliferación de sistemas y la interoperabilidad entre ellos, nos encontraremos ante un desafío de gran magnitud que precisa claridad y simplificación legal así como una apuesta decidida de los organismos responsables.

Uno de los mayores beneficios de asociarse con proveedores de nube bien establecidos y que promuevan y aseguren la interoperabilidad es que muchas de las obligaciones y requisitos normativos y de protección de datos para cumplir con los estándares reconocidos se pueden delegar al proveedor de la nube o, al menos, compartirlas con él.

Los grandes proveedores de nube abordan las necesidades de cumplimiento normativo todos los días y, debido a que tratan con grandes volúmenes de clientes y datos que abarcan prácticamente todas las industrias y todos los países, su amplia experiencia en estándares y cumplimiento normativo es más completa que la que cualquier empresa pueda tener por sí misma.

Cuando existen marcos técnicos y legales adecuados, los proveedores de nube pueden gestionar los datos más confidenciales de sus clientes y satisfacer las necesidades incluso de las regulaciones de protección de datos más estrictas. Los clientes pueden saber que sus datos se están gestionando correctamente si su proveedor de nube ha cumplido con los criterios para estos estándares internacionales.

Finalmente, la interoperabilidad empresarial se caracteriza por las relaciones de negocio de una empresa y sus socios externos, clientes, proveedores y prestadores de servicios.

Las necesidades de interoperabilidad empresarial se refieren a la capacidad de las empresas (o parte de ellas) para interactuar mediante el intercambio de información con otras entidades, como los objetos materiales, energía, etc. La interoperabilidad es un apoyo necesario para permitir que la colaboración empresarial suceda, y puede aplicarse tanto a las necesidades inter e intra-empresa, e incluye el concepto de empresa extendida, empresa virtual y subsistemas de una empresa. La interoperabilidad se considera un concepto genérico y, por lo tanto, se supone que los problemas comunes de interoperabilidad y las soluciones para superarlos pueden ser identificados y desarrollados por cualquier empresa en particular.

Por este motivo, hay una necesidad para distinguir diferentes niveles de interoperabilidad que van desde la interacción con socios externos ad-hoc hasta el máximo nivel de interoperabilidad comercial donde las relaciones externas pueden establecerse a ningún o mínimo coste.

Sin embargo, un mayor nivel de interoperabilidad de los negocios no es necesariamente un signo de su excelencia o madurez, debido al hecho de que el nivel óptimo de la interoperabilidad depende del "ajuste" entre la interoperabilidad y sus contingencias.

La interoperabilidad en los productos de Microsoft

Microsoft ha realizado y sigue realizando cambios de amplio alcance en su tecnología y prácticas empresariales para fomentar una mayor interoperabilidad, con un enfoque que incluye la interoperabilidad en sus productos, colaborar con clientes, socios y competidores, apoyar y desarrollar normas de la industria y proporcionar recursos para desarrolladores y acceso a la propiedad intelectual de Microsoft. Para socios y desarrolladores, los esfuerzos de interoperabilidad proporcionan acceso a la tecnología y las herramientas que ayudan a crear soluciones a las necesidades de los clientes y, al mismo tiempo, mejoran las oportunidades del mercado.

Para promover esta interoperabilidad y garantizar el atractivo continuo de sus productos para desarrolladores y clientes, Microsoft se ha comprometido a diseñar los productos de gran volumen y a dirigir su negocio de conformidad con los siguientes principios: conexiones abiertas a sus productos, soporte para estándares de la industria y portabilidad de datos.

Más en detalle, Microsoft se compromete a establecer y mantener conexiones abiertas entre sus productos de gran volumen y los productos que no son de Microsoft ya sea a través de protocolos externos o de APIs y se asegurará de que estas conexiones estén abiertas para que cualquier desarrollador pueda usarlas para conectarse a sus productos. También se compromete a apoyar las normas pertinentes en sus productos de gran volumen y hacerlo de una manera que promueva la interoperabilidad con el soporte a los principales estándares, asegurando la máxima compatibilidad y documentando todas y cada una de las extensiones incluidas en sus productos. En lo que concierne a la portabilidad de los datos, se compromete a diseñar sus productos de gran volumen y a proporcionar documentación para habilitar dicha portabilidad de datos con la adopción los estándares de la industria, formatos abiertos y permitiendo la elección de los formatos por defecto.

Todas estas consideraciones, aunque importantes por sí mismas, no pueden hacernos olvidar que es necesario un modelo de rentabilidad del negocio para soportar las ambiciones de interoperabilidad de clientes y proveedores o de otro modo el progreso será lento y los beneficios no llegarán tan rápida y fácilmente como todos los actores desean.

Esto es así porque, tradicionalmente, tanto proveedores de plataforma y servicios como integradores de sistemas han esgrimido las ventajas de la propiedad intelectual de cada uno de ellos como un argumento diferenciador para conseguir clientes y extraer beneficios de modelos de aplicaciones y datos únicos, garantizar el cumplimiento de normativas si y solo si se usaban sus soluciones y servicios así como de fomentar relaciones cerradas y exclusivas entre los diferentes elementos de la cadena de valor.

Por eso, para encontrar el modelo de negocio y rentabilidad que soporte la plena y fácil interoperabilidad, es necesario que vayamos al encuentro también de modelos de relación entre los diferentes proveedores basado en la complementariedad de las soluciones, la convivencia económica de diferentes desarrollos y la búsqueda del beneficio en la relación continuada con los clientes más que en la oportunidad puntual de hacer una venta.

Si la principal fuente de beneficio de una empresa es su ventaja competitiva en un mercado, hagamos de la interoperabilidad una de esas ventajas ya sea en los proveedores como en las empresas usuarias y que la adaptabilidad y la cohesión de datos produzcan el aumento de la productividad, el ahorro de costes, la escalabilidad y la rapidez de despliegue de aplicaciones que soporte ese modelo de rentabilidad necesario para fomentarla.

Publicado por Maria Gorini