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5 errores que cometes al migrar tu infraestructura a la nube

Escrito por Núria Emilio | 02-ago-2022 8:00:00

El despliegue de la infraestructura empresarial en la nube tiene muchas ventajas. Sin embargo, muchas empresas no están aprovechando el valor real de la nube debido a que operan en la nube de la misma manera en la que lo hacían con los sistemas heredados y los servicios locales. Hablamos de los 5 errores que comenten las organizaciones al trasladar su infraestructura al entorno cloud.

Cada vez más compañías están trasladando su infraestructura al entorno cloud para aprovechar las ventajas de integración de sistemas y de interoperabilidad de los servicios cloud

No obstante, el traslado de los servidores locales a la nube implica un cambio de mentalidad que compromete al modelo económico y de IT de la empresa. Según McKinsey, "las prácticas tradicionales de IT se basan en poseer la IT en lugar de consumirla."

Sin duda, las grandes ventajas de la integración cloud son la escalabilidad, la flexibilidad, mayor velocidad y una mayor seguridad de datos

Por otro lado, la nube también facilita el desarrollo de políticas de data governance y de data management, lo que permite a los encargados de IT de la empresa tener un mayor control sobre los activos poseídos. 

Las ventajas existen, pero no todas las empresas las están aprovechando, ya que trasladan su infraestructura al entorno cloud, pero siguen operando con los mismos modelos económicos y de IT que usaban en el entorno físico. Esto no solo puede provocar decepciones a aquellas empresas que han hecho grandes inversiones para trasladar su infraestructura a la nube y que no están obteniendo los resultados esperados, sino que también puede comprometer la eficacia del software y los servicios cloud. 


Los 5 errores económicos que más cometen las empresas al trasladar su infraestructura al entorno cloud
1. Beneficios a corto plazo vs. beneficios a largo plazo

Las empresas que están valorando el traslado de sus activos a la nube, suelen hacer un estudio de mercado y un caso de uso para estimar el coste y el retorno de la inversión del traslado. 

Lo problemático es que, al hacer el caso de uso, la mayoría de compañías solo tienen en cuenta la reducción de costes del aprovechamiento de las capacidades de la nube y los beneficios económicos vinculados a la misma: reducción de costes de alojamiento, almacenamiento y mantenimiento. 

El problema es que las compañías no trazan un plan económico y de desarrollo a largo plazo, lo que, con el tiempo, acaba enmascarando los beneficios inmediatos del traslado debido a las ineficiencias del uso de la infraestructura cloud. 

Los beneficios económicos reales de la nube no son inmediatos y requieren de un plan de optimización progresivo para desarrollar las bases, automatizar procesos y mejorar las APIs pertinentes, entre otras muchas cosas.

Por lo tanto, cuando una empresa está estudiando su traslado a la nube, debe trazar un estudio económico a un año vista y no enfocarse únicamente en los primeros meses del traslado. 

2. Pagar por más capacidad de la que necesitan

La infraestructura física y los sistemas on-premise funcionan a partir de modelos basados en el gasto de capital a largo plazo. Es decir, las empresas hacen grandes inversiones iniciales en software, servicios y plataformas que, con el tiempo, se recuperan, ya que solo implican los costes de mantenimiento. 

No obstante, la nube es mucho más dinámica y funciona con modelos de gasto de explotación. Es decir, pagar por lo que consumes. Muchas compañías contratan servicios y capacidad cloud sin previsiones adecuadas sobre la capacidad que necesitan. La economía cloud puede llegar a ser más rentable que la economía de los sistemas heredados, siempre que se evalúe adecuadamente la demanda de capacidad de la empresa

La nube permite a las organizaciones pagar por capacidad cuando la necesitan y, aun así, la mayoría de empresas están pagando por capacidad que no necesitan

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3. Estimación de costes deficiente

Lo explicado en el punto anterior nos lleva a otra traba económica con la que se encuentran las organizaciones al gestionar su gasto en la nube. Acostumbradas a las predicciones económicas y a la estimación del gasto de capital tradicional, las compañías se encuentran con dificultades a la hora de estimar y prevenir los costes de la infraestructura cloud, ya que el gasto es mucho más dinámico y flexible. 

Según McKinsey, la mayoría de las empresas tienen tasas de discordancia superiores al 20% en sus previsiones de gasto en la nube, con diferencias significativas entre el gasto previsto y el gasto real. Esto, a su vez, complica el trabajo del CFO, la asignación de presupuestos y el balance económico global. 

Dado que los costes de la nube varían en función del uso, las empresas pueden optimizar sus previsiones económicas enfocándolas en el coste por usuario y basándose en un modelo de consumo, en lugar de en un modelo por servicio. La elasticidad y la escalabilidad de la nube son  ideales para que las empresas desplieguen modelos económicos centrándose en el consumo. Así, las organizaciones pueden ajustar con mayor precisión la demanda a sus necesidades y optimizar la asignación de costes. 

4. Expectativas vs. realidad

Cuando las empresas estudian su modelo de despliegue y traslado al entorno cloud suelen hacer predicciones demasiado optimistas en cuanto al consumo y uso de la nube. Es decir, estiman que consumirán más capacidad de la que acaban consumiendo. Esto, en lugar de disminuir los costes previstos, los acaba inflando, ya que las compañías contratan muchos más recursos de los que acaban consumiendo

La consultora estadounidense McKinsey informa que la mayoría de las empresas tienen una tasa de uso de recursos en la nube inferior al 30%

Aquellas empresas con una arquitectura cloud nativa y avanzada pueden tener tasas de consumo de recursos cloud superiores al 60%. Para que esto suceda, las compañías requieren de una arquitectura capaz de soportar ese consumo. Por ejemplo, el autoescalado de los recursos informáticos puede mejorar las tasas de uso, pero solo si se actualiza  la arquitectura de la API.

Por esta razón, las organizaciones deben tener en cuenta la actualización y modernización de la arquitectura cloud al prever el impacto económico de su traslado a la nube. 

5. Migración de todas las cargas de trabajo

La escalabilidad de la nube permite a muchas compañías realizar sus propias instalaciones para ahorrar costes. No obstante, trasladar todas las cargas de trabajo a la nube puede ser contraproducente

A la hora de migrar una carga de trabajo al entorno cloud es fundamental tener en cuenta el tipo y la escala de la carga de trabajo. Algunas cargas de trabajo pueden tener costes inferiores en la infraestructura local propia. Por lo tanto, aquellas empresas que disponen de un entorno con un pequeño número de cargas de trabajo de escala masiva deben ser selectivas a la hora de trasladarlas a la nube.

 

Conclusión

Aprovechar el valor real del entorno cloud y evitar los errores más comunes que cometen las empresas al trasladar su infraestructura a la nube requiere de una estrategia bien planteada. 

Además, las empresas deben tener en cuenta que la nube es un entorno en constante evolución y, como tal, requiere de una revisión estratégica del modelo económico constante para evitar la sobrecarga de costes y garantizar la productividad óptima del consumo de recursos.