El papel del Chief Operating Officer (COO) ha evolucionado de forma significativa en los últimos años y ha ganado relevancia en la estructura empresarial. Por otro lado, las funciones del director de operaciones también se están transformando. Repasamos las 5 habilidades clave que necesita un COO para triunfar en 2023.
El rol del director de operaciones o Chief Operating Officer (COO) ha ido ganando relevancia a medida que la tecnología se ha abierto paso en las empresas y la digitalización empresarial se ha convertido en una realidad. Hace una década, la gran mayoría de las empresas seguían sin contar con un director de operaciones. Sin embargo, Mckinsey informa que en 2022, el 40% de las empresas líderes a nivel mundial contaban con un Chief Operating Officer (COO).
Asimismo, el rol y las funciones del director de operaciones también ha cambiado con el tiempo. Si bien antes su papel se limitaba a la gestión de las operaciones y a la ejecución de las estrategias comisionadas por los directores generales; ahora su rol ha evolucionado hasta convertirse en el principal catalizador del crecimiento empresarial impulsado por la tecnología, la digitalización, la expansión estratégica y la capacitación tecnológica de los empleados.
Los COO se han convertido en actores clave para la generación de valor dentro de una organización. El viaje desde sus raíces en el back-office hasta la adquisición de un papel protagonista se entiende por la trascendencia de las nuevas tecnologías, la business intelligence, las estrategias de datos, el análisis de datos y la necesidad de las empresas de transformar sus activos de datos en insights de valor a través del procesamiento de datos.
Por otro lado, el aumento de la responsabilidad también se traduce en mayores retos.
McKinsey ha detectado que ya en 2022, muchos COO tienen dificultades para distribuir su tiempo adecuadamente: solo el 33,33% de su tiempo está dedicado a la planificación estratégica a largo plazo. El resto de su tiempo lo dedican a la supervisión del personal y a ocuparse de las prioridades operativas actuales.
Otros de los principales retos a los que se enfrentan los COO en la actualidad son:
Por otro lado, el papel del COO seguirá evolucionando en 2023.
Ante este escenario, es fundamental que los directores de operaciones se preparen para conseguir las habilidades que se les demandarán en 2023 y en los años venideros. Según la encuesta de McKinsey, la mayoría de CEOs opinan que los directores de operaciones deberían estar más capacitados para abordar los retos que les plantea el futuro.
Veamos qué competencias necesita un director de operaciones para triunfar en 2023.
Ya hace mucho tiempo que los entornos operativos dejaron de ser estables y que las empresas podían llevar a cabo planes operativos quincenales. Hoy en día, los entornos operativos son mucho más susceptibles al cambio. Por tanto, es fundamental que los COO puedan anticiparse al entorno en el que operan y tener altas capacidades de adaptación al cambio.
Adelantarse a las tendencias del mercado y a otro tipo de tendencias o factores contextuales puede devenir una ventaja competitiva muy importante.
¿Qué hacer para no quedarse atrás?
Otro de los puntos clave para que un director de operaciones tenga éxito de cara al futuro es forjar mayores relaciones de sinergia entre las distintas unidades de negocio y que el COO tome parte en funciones más allá de su departamento.
Es especialmente relevante la colaboración del COO con los departamentos de marketing y ventas. En estos momentos es importante que un director de operaciones esté al corriente de la propuesta de valor ofrecida al cliente y de los recursos necesarios para que las operaciones relativas al cliente y a las estrategias de cliente se cumplan.
Las expectativas de los clientes ya van más allá de un departamento e involucran a toda la empresa. Una mayor colaboración entre los departamentos de operaciones, de marketing y de ventas puede mejorar la experiencia de cliente y aumentar el nivel de satisfacción del consumidor.
Un director de operaciones eficiente debe tener dotes de liderazgo para poder orientar a su equipo y para participar de forma directa en la toma de decisiones empresariales basadas en datos. La comunicación directa con el CEO y la creación de sinergias entre todos los directivos es fundamental para que una empresa se encamine hacia la consecución de los objetivos definidos con todas las partes interesadas, remando en un mismo sentido.
A medida que las data-driven decisions ganan relevancia, el papel del COO en la toma de decisiones de negocio gana importancia.
Según uno de los ejecutivos entrevistados por McKinsey: "La función de director de operaciones no debe considerarse de segundo nivel [...] El COO se encuentra entre los roles más complejos de la organización en términos de agendas e intereses."
En estos momentos, el COO cumple un papel clave en la resolución de problemas, así como es el principal encargado de guiar a la organización hacia la innovación y la optimización de recursos y el incremento de la productividad mediante nuevas tecnologías, infraestructuras y herramientas.
En el entorno volátil actual, alcanzar la excelencia operativa es mucho más difícil que en el pasado. Debido a las interrupciones de la cadena de suministro, la incertidumbre política y medioambiental y los cambios radicales en los puestos de trabajo, es esencial que los responsables de operaciones sean ágiles y tengan capacidad de reacción.
Una de las funciones fundamentales de un Chief Operating Officer es el seguimiento operativo y la evaluación de resultados.
El COO del futuro es un perfil profesional que gestiona proactivamente la inercia de la empresa y está abierto a la disrupción para impulsar la innovación y el crecimiento. También es el encargado de fomentar una cultura data-driven y tecnológica dentro del entorno empresarial. Por otro lado, debe ser capaz de entender las rutinas y prioridades de los otros mandos intermedios para poder satisfacer sus necesidades a nivel tecnológico y operativo.
Según los expertos, los errores deben ser la mayor inspiración de un Chief Operating Officer. Los errores constituyen la mejor oportunidad para aprender de lo que se ha hecho mal y de identificar lo que no funciona.
El mundo laboral se ha transformado considerablemente tras la pandemia mundial provocada por el Covid-19. Los directores de operaciones deben esforzarse para adaptarse a las demandas del nuevo mercado laboral y, así, poder hallar y retener el talento.
Una de las principales dificultades en cuanto a la captación y retención del talento de personal de operaciones es que se trata de un ámbito menos atractivo e históricamente valorado que otros sectores corporativos.
En este sentido, un director de operaciones eficiente debe trabajar para ofrecer un ambiente laboral agradable, satisfacer las demandas de los trabajadores, garantizar la diversidad y la igualdad en el lugar de trabajo y crear una cultura corporativa deseable.
A nivel de retención de talento, uno de los principales objetivos del COO para 2023 debe ser demostrar la relevancia de esta área dentro de la organización y proponer oportunidades de crecimiento profesional para evitar dejar escapar el talento.
Conclusión
El director de operaciones o COO ha vuelto a cobrar relevancia en la dirección general de las empresas debido al desarrollo tecnológico y data-driven en el sector empresarial. Las nuevas funciones y responsabilidades del COO requieren que los directores de operaciones adquieran nuevas competencias para ser capaces de llevar a cabo las tareas que demandará su rol de 2023 en adelante.